Para 18 años

El bello riesgo de educar

13,46 

Envío gratis en compras superiores a 20 €.

Compartir por WhatsApp

Este libro se acerca a la educación desde el ángulo de su fragilidad en un intento de demostrar, por un lado, que solo funciona a través de relaciones de comunicación e interpretación, de interrupción y respuesta. Por otro, que esta fragilidad es importante si nuestra labor educativa se basa en un interés por hacer que nuestros alumnos sean dueños de sus propias acciones, tanto autores y creadores de las acciones propias, como responsables de lo que generan. Destaca también la presencia esencial del docente, no solo como otro compañero o facilitador del aprendizaje, sino como alguien que, en términos más generales, tiene algo que aportar a la situación educativa que no estaba allí antes. Enseñar no es una cuestión de seguir fórmulas sino que requiere, en definitiva, docentes que puedan hacer juicios situacionales sabios sobre lo que es pedagógicamente deseable. Y se muestra a favor de una pedagogía del acontecimiento, que favorezca la existencia por encima de la esencia, la fragilidad por encima de la fuerza, la praxis por encima de la poiesis, dispuesta a asumir el hermoso riesgo de educar. La educación siempre implica un riesgo porque no se puede ver a los alumnos como objetos para ser moldeados o disciplinados, sino como sujetos de acción y responsabilidad.

En palabras de Félix García Moriyón, autor del prólogo del libro «Si algo queda claro a lo largo de la lectura es precisamente el hecho de que la educación es una tarea arriesgada». «Quizá el mensaje central del libro consiste en reivindicar la tarea educativa, el papel de las personas que aquí en España llamamos `maestro´, una palabra con resonancias más ricas y positivas que la de profesor, aunque próxima a la versión coloquial que emplean muchos alumnos cuando nos llaman `profe´».
«Esta tarea educativa, este trabajo de enseñar, implica ir algo más allá del profesor compañero o facilitador. Y es esta especial trascendencia, este reconocimiento de que la enseñanza implica siempre algo que le viene de fuera al educando, es lo que Gert Biesta considera fundamental y reivindica en unos momentos en que parece correr peligro».
Algunos contenidos claves

La educación, un acto creativo

La enseñanza ha de ser más que solo la facilitación del aprendizaje o la creación de entornos de aprendizaje, por lo que debe conllevar la idea de la trascendencia. Pero los docentes no pueden nunca controlar completamente el “impacto” de sus actividades sobre los alumnos.

El papel esencial del docente
Los docentes no son recursos desechables y prescindibles para el aprendizaje, sino que tienen algo que dar,  no rehúyen las preguntas difíciles y las verdades incómodas, y  trabajan activa y coherentemente en la distinción entre lo que es deseado y lo que es deseable para explorar qué es lo que debe tener autoridad en nuestras vidas. Y no es solo una cuestión a nivel de los alumnos individuales y sus deseos, sino que tiene que ver también con el papel público del profesor.
Interés político en la formación del profesorado
En los últimos años, el interés de los responsables políticos por la formación del profesorado ha ido en aumento. Se podría considerar como algo positivo, la expresión de una preocupación real por la calidad de la educación. Pero también se podría interpretar de manera más negativa, observando que, ahora que los Gobiernos de muchos países han conseguido un firme dominio de los centros educativos mediante una combinación de ordenación del currículo, las pruebas, la inspección, la evaluación y las clasificaciones estadísticas, están tornando su atención a la formación del profesorado para establecer un control total del sistema educativo.
La importancia de las competencias docentes
Un docente que posea todas las competencias que requiere un educador pero que sea incapaz de juzgar qué competencia hay que desplegar y cuándo, es un docente inútil. Los juicios acerca de qué hay que hacer siempre tienen que realizarse en relación con los propósitos de la educación. ¿Cómo podemos ser una persona sabia en términos educativos? Dicha sabiduría es especialmente importante para captar que nuestras acciones educativas nunca son solo una repetición de lo que ha ocurrido en el pasado sino que están siempre radicalmente abiertas a la llegada al mundo de sujetos libres, no en la producción de objetos dóciles. Para esto no necesitamos una pedagogía de causa y efecto. Más bien necesitamos una pedagogía del acontecimiento. 

Número de páginas: 187
Encuadernación: Rústica
Código ISBN: 9788467593952
Código interno SM: ES181129

También te puede gustar...

El equipo editorial de SM ha seleccionado cuidadosamente estos libros:

22,12 

Para 18 años

22,12 

Para 18 años

Este libro constituye un intento de observar la vida y la obra de Maria Montessori, con el fin de identificar las influencias intelectuales de su pensamiento y vislumbrar el papel desempeñado por su personalidad en su trabajo, para explicarlo y desvelar en qué consistió su originalidad. Se trata de una búsqueda a través de varios continentes, consultando archivos olvidados e indagando en el recuerdo de mujeres y de hombres sobre cuyas vidas influyó. Al ser escrita en 1976, estudios posteriores han matizado el contenido, tal como se comenta en el prólogo. Si esta historia sobre la vida de Montessori ha servido y sirve de estímulo para fomentar la ulterior investigación sobre sus logros y propone nuevas formas de apreciarlos, habrá conseguido su objetivo: presentarla ante las nuevas generaciones como la profesora de la que han aprendido mucho de lo que saben y sobre quien pueden seguir descubriendo todavía más.

11,54 

Para 18 años
Los impulsores de esta metodología educativa llegaron a ella al plantearse estas preguntas: ¿Cómo puede un solo profesor personalizar la educación de tantos estudiantes? ¿Cómo puede asegurarse de que cada alumno aprende, cuando hay tantas metas y objetivos que alcanzar? ¿Qué pasaría si grabáramos nuestras exposiciones, los alumnos vieran el vídeo como tarea y luego dedicáramos todo el tiempo de la clase a ayudarlos con los conceptos que no entienden? De este modo nació la ‘clase al revés’, que centra la atención en cada alumno y su propio ritmo de aprendizaje.Esto supone que cada alumno estudie en casa a su propio ritmo, una mayor participación en clase, trabajar en equipo, dedicar tiempo a plantear dudas, organizar debates y ofrecer a los alumnos la oportunidad de expresar los contenidos de la manera más acorde con su forma personal de aprender. ‘Dar la vuelta’ a la clase asegura que los alumnos reciben una educación personalizada, diseñada a la medida de sus necesidades individuales. Como afirma Marc Prensky en el prólogo de este libro: ‘El viejo papel educativo de `transmitir información´  ha sido sustituido ahora por `enseñar a los estudiantes a enseñarse a sí mismos´’. 

19,23 

Para 18 años

Este libro es una obra coral de un grupo docentes en ejercicio que piensan y sienten la educación como una acción transformadora en el plano social, comunitario y también personal. Sus reflexiones animan al lector a entender la educación como un esfuerzo por escuchar y actuar. Para ellos, el papel del docente es cada vez menos el de enseñar y más el de sostener un adecuado proceso y marco dentro del que el alumnado encuentre las mejores condiciones para su aprendizaje. El reto de una educación para ser empieza por la transformación del educador con el fin de saber acompañar en el desarrollo de un sentido, de un propósito profundo del ser humano, para una vida plena, compartida desde la identidad, los valores y los talentos propios.

19,23 

Para 18 años
El sistema tradicional  en el que hemos crecido, y en el que continúan creciendo muchos niños, está centrado en las certezas, en los resultados fijos, en una experiencia única para todos. Estábamos magníficamente preparados para un presente continuo…que no existe. Es hora de reinventarnos como escuelas, como directivos y como profesores, porque nunca han sido tan necesarios los profesionales del aprendizaje y tan prescindibles los enseñantes.
Dos tercios de las escuelas están inmersas en una pasión educativa que hacía muchísimo tiempo que no experimentábamos. Cualquiera de nosotros que abandone su burbuja educativa, descubrirá la enorme cantidad de energía, coraje, tiempo y creatividad que estamos desplegando. Tal vez porque somos conscientes de que no estamos ante una época de cambios en la escuela sino que asistimos a un cambio de escuela.
Utilicémonos por un momento como una máquina del tiempo educativa. Hace veinte años ser profesional en cualquier responsabilidad dentro de un colegio era más fácil. Bastaba con “dar clase y gestionar a los que daban clase”. La vida escolar y todo lo referente al aprendizaje eran lo suficientemente estables como para, haciéndolo medianamente bien, ser válidos en nuestra responsabilidad. Tal vez no destacábamos, pero aportábamos lo correcto.
Sin embargo, desde comienzos del siglo XXI, las escuelas que siguen conformándose con lo que saben enseñar y lo que se les pide (las escuelas planas) están transformándose, a una velocidad fulminante, en escuelas mediocres y prescindibles. Y lo están haciendo sin ser conscientes, sin saberlo, adormecidas porque sigue habiendo padres y alumnos esperando en sus puertas a ser admitidos. O excusadas del deber de repensarse, gracias a las facilidades que la burocracia, las leyes y el papeleo nos regalan para no tener tiempo para hacernos preguntas.
Sin embargo, un colegio es hoy una de las instituciones más complejas técnica y organizativamente de las que se puede formar parte y a las que dirigir. Si el personaje de Federico Luppi  en la película Lugares comunes hubiera leído todo lo anterior, habría incluido esta certeza dentro de “el dolor de la lucidez”.
Pero esa consciencia, siendo fundamental, nos da solo un ángulo. Para estar completa necesita la mirada con la que Steve Jobs valoraba las épocas de cambio, hasta el punto de provocarlas. Porque son el tiempo de las posibilidades, el tiempo de las oportunidades. Y para Appel, el cambio hay que protagonizarlo. Pero eso nos obliga a elegir: “hacernos navegantes piratas o unirnos a la tropa”. Transformarnos en “exploradores del aprendizaje” o quedarnos en simples “colegios de toda la vida”. Y mientras elegimos, no olvidemos que cada uno de los niños de este planeta merece nuestra excelencia y no nuestra comodidad.
 Las escuelas inteligentes no se resisten a los cambios ni se limitan a adaptarse a ellos. Son escuelas que buscan el modo de utilizar y transformar lo que sucede para que se haga posible un futuro inteligente. Para conseguirlo, se están transformando en nómadas del aprendizaje. Son escuelas que no dejan de aprender, escuelas que crean el futuro.
Dirigir una escuela inteligente es un gran reto que exige tener visión de futuro y conocer el perfil y las habilidades directivas que hacen posible el cambio educativo. Este libro invita a los profesionales de la educación a emprender un apasionante y transformador viaje hacia un nuevo modo de entender y vivir la escuela.
El bello riesgo de educar
13,46 
¡Libro añadido a tu carrito!
Los beneficios de esta compra se destinan a programas culturales y educativos 
de la Fundación SM.

También puedes comprar este libro en otras tiendas:

Librerías ceranas
Otras tiendas online
Elige tu tienda favorita para finalizar la compra
Los beneficios de esta compra se destinan a programas culturales y educativos 
de la Fundación SM.